Háblame del Molinete

El Molinete de CartagenaSabemos que muchos de vosotros tenéis alguna historieta sobre el barrio del Molinete. Algunos habréis conocido sus «tiempos mozos» y otros habréis oído a vuestros familiares y amigos hablar de esa época en la que sentían que el barrio era suyo y sus pies tenían alas para recorrer todas esas callejuelas.

Como a nosotros nos encantan las «batallitas«, hemos decidido abrir esta sección para que nos hagáis partícipes de los recuerdos.

Gracias a todos de antemano.

 

Mientras os decidís a escribirnos, os dejamos con algunas de las palabras e imágenes que más nos gustan:

  • Vídeo «Cartageneros en blanco y negro» que el Archivo Municipal de Cartagena creó hace unos años, gracias al proyecto «Archivo de la palabra y de la imagen de Cartagena».

  1. Conoci a Caridad la negra cuando ella era ya anciana y yo un niño. De ella conservo una magnifica figurita de bisquit entre las muchas cosas que me regalo y que he perdido, como unas preciosas miniaturas de perros pachones de metal y hasta un estupendo juego de jarras de cerveza de Baviera que mi padre restituyo a petición de la hermana de Caridad.
    Quizas Caridad veia en mi,el hijo que nunca tuvo. Yo frecuentaba su casa y la de su hermana y Salvador,su cuñado. Caridad en el bajo y su hermana en el primer piso de la subida al Molinete. Por entonces Caridad se pasaba la vida sentada con elegancia real en medio de la calzada, en un tropical sillon de mimbre,vestida rigurosamente de negro y acompañada de sus dos perritos pequineses y con un abanico de plumas de pavo. La hermana de Caridad y su marido,que habia sido obrero en la fabrica del cristal la cual le habia dejado dos vistosos quistes en las comisuras de los ojos de tanto soplar, no tenían nada que ver con el mundo de la prostitución . Tenian un loro inteligentísimo y yo me pasaba las horas muertas delante de la jaula oyéndolo.
    Caridad era una buena persona,mujer coqueta hasta en su vejez. Me acuerdo cuando entrando el el taller de mi padre de vuelta de su cotidiana visita a la iglesia de la Caridad se arremangaba la sotana y enseñaba las piernas y muslos a toda la comitiva que frecuentaba mi padre,yo pequeño presente, orgullosa de lo bonitas y fuertes que eran todavía (según ella ). No se avergonzaba ni se jactaba de su profesión pero precisaba siempre que ella no había inducido jamas a ninguna mujer a prostituirse. Me acuerdo que decía : “Yo no he hecho puta a ninguna ,las que venían a trabajar en mi casa lo eran ya”

  2. Muchísimas gracias estimado Sr. Anónimo, no sé si será por haber representado con mucho amor a Caridad este fin de semana, pero me ha emocionado en lo más profundo esta vivencia suya que ha compartido con nosotros.

  1. Pingback: Un barrio lleno de recuerdos | El Molinete de Cartagena

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